miércoles, 30 de enero de 2013

HESSE





      Nacido de un susurro del Dios del río Vida, Hesse es considerado protector de los enfermos y de los locos.  Luchador insaciable, gracias a su ingenio siempre sale victorioso en la constante contienda contra su padre.  Enfrentados por el resto de la eternidad, Hesse no cesa en sus intentos de llegar hasta la morada de su progenitor, pero este se lo impide de una y mil maneras, propagando calamidades y destrucción a su alrededor. 

    Es bondadoso y ayuda a quién lo necesita pero nunca pierde de vista su objetivo en la vida: vencer a su padre.  Su debilidad por los humanos le hace casarse con tres mujeres mortales que engendrarán hijos débiles y enfermizos.  Sin embargo su matrimonio con la diosa Minerva tiene como recompensa un amor incondicional del que nacerán los dignos sucesores de este dios.  Sabio y valeroso viaja por el mundo repartiendo sabiduría y consagrándose a los versos que le crearon.

       No fue valorado por los mortales hasta la composición de su gran oda a la paz y a la fraternidad.  Desde entonces el mundo reconoce su labor.


El destierro de Hesse



      En uno de los innumerables enfrentamientos de Hesse con su padre, el dios del río Vida, una pequeña aldea fue dañada por culpa de la lucha.  De esta manera los habitantes de este lugar se vieron obligados a denunciar este acontecimiento del que culpaban a Hesse.  Así comenzaron a propagarse bulos y mentiras en torno a este dios que le hicieron tomar la decisión de viajar a tierras lejanas en busca de la sabiduría que le faltaba para poder enfrentarse a esta dura situación. 

    Así Hesse comenzó su camino como un mortal más, vestido con un atuendo de peregrino, recorría caminos ayudando a los necesitados y brindando su sabiduría a quien pudiera necesitarla.  Largos años pasaron mientras Hesse continuaba meditando en una región recóndita del mundo, cuando la gente comenzó a preguntarse por el destino de este dios.  El desgraciado incidente de la aldea ya había sido más que olvidado, pero Hesse no regresaba. 

    Un día de intensa meditación, la diosa Minerva se acercó y tocó la frente de Hesse, pues dudaba de la salud del dios, ya que llevaba varios días observándole desde la distancia y no parecía dar muestras de vida.  Hesse, respondió al suave roce de la piel de la diosa para despertarse y así quedar enamorado de los ojos que le miraban con una muestra de preocupación y admiración. 

    Ese mismo día Hesse encontró en Minerva la fuerza necesaria para volver a su antigua vida.  Desde entonces ambos dioses mantienen su amor desde la distancia, pero cuando se reencuentran después de un largo período de tiempo, se crean las mejores obras.

    Hesse es representado por la pluma y el tintero, la escalera y la paloma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario